Adaptaciones de plantas y animales para sobrevivir en los ecosistemas
Adaptaciones de plantas y animales para sobrevivir en los ecosistemas 2021
Los organismos vivos están adaptados a su entorno. Esto significa que su aspecto, su comportamiento, su constitución o su modo de vida los hacen aptos para sobrevivir y reproducirse en sus hábitats. Por ejemplo, las jirafas tienen el cuello muy largo para poder comer vegetación alta, que otros animales no pueden alcanzar. Los ojos de los gatos son como rendijas. Esto hace posible que los ojos de los gatos se adapten tanto a la luz brillante, cuando las rendijas son estrechas, como a la luz muy tenue, cuando las rendijas están muy abiertas.
El comportamiento también es una adaptación importante. Los animales heredan muchos tipos de comportamiento adaptativo. En el sur de África hay unos pequeños animales llamados suricatas, que viven en grandes colonias. Los suricatos se turnan para ponerse de pie sobre sus patas traseras y mirar al cielo para avistar aves de presa. Mientras tanto, las suricatas del resto de la colonia siguen con sus vidas. Seguro que se te ocurren muchas otras características corporales o de comportamiento que ayudan a los animales a llevar una vida satisfactoria.
En biología, un nicho ecológico se refiere al papel general de una especie en su entorno. La mayoría de los entornos tienen muchos nichos. Si un nicho está "vacío" (ningún organismo lo ocupa), es probable que nuevas especies evolucionen para ocuparlo. Esto ocurre mediante el proceso de selección natural. Mediante la selección natural, la naturaleza de las especies cambia gradualmente para adaptarse al nicho. Si una especie se adapta muy bien a su entorno, y si éste no cambia, las especies pueden existir durante mucho tiempo antes de extinguirse.
Adaptaciones de las plantas
Cada organismo tiene un ecosistema único en el que vive. Este ecosistema es su hábitat natural. En él se satisfacen las necesidades básicas del organismo para sobrevivir: alimento, agua, refugio contra las inclemencias del tiempo y lugar para criar a sus pequeños. Todos los organismos necesitan adaptarse a su hábitat para poder sobrevivir.
Esto significa adaptarse para poder sobrevivir a las condiciones climáticas del ecosistema, a los depredadores y a otras especies que compiten por el mismo alimento y espacio. Una adaptación es una modificación o cambio en el cuerpo o el comportamiento del organismo que le ayuda a sobrevivir. Explora los enlaces que se ofrecen aquí para saber más sobre los hábitats y cómo se adaptan las distintas plantas y animales.
Un animal puede adaptarse a su hábitat de distintas maneras. Puede tratarse de una adaptación física o estructural, como las extremidades de las aves se han modificado para convertirse en alas o la forma que tiene el guepardo para correr a gran velocidad.
Puede ser en la forma en que el cuerpo funciona en la circulación y la respiración, por ejemplo las branquias que tienen los peces les permiten respirar en el agua. O puede ser la forma en que el animal se comporta, ya sea cazando para alimentarse, corriendo rápido para evitar a los depredadores o migrando a otros lugares para alimentarse o sobrevivir. Para saber más sobre los distintos tipos de adaptaciones visite el enlace.
Más información
Las adaptaciones al fuego son rasgos de la historia vital de plantas y animales que les ayudan a sobrevivir a los incendios forestales o a utilizar los recursos creados por éstos. Estos rasgos pueden ayudar a las plantas y a los animales a aumentar sus tasas de supervivencia durante un incendio y/o a reproducir descendencia después de un incendio. Tanto las plantas como los animales tienen múltiples estrategias para sobrevivir y reproducirse tras un incendio.
A diferencia de los animales, las plantas no pueden moverse físicamente durante un incendio. Sin embargo, las plantas tienen sus propias formas de sobrevivir a un incendio o de recuperarse tras él. Las estrategias se pueden clasificar en tres tipos: resistir (las partes aéreas sobreviven al fuego), recuperarse (evaden la mortalidad brotando) y reclutar (germinación de semillas tras el incendio). El fuego desempeña un papel de filtro que puede seleccionar diferentes rasgos de respuesta al fuego[1].
El fuego afecta a las plantas de forma más directa a través del daño térmico. Sin embargo, nuevos estudios indican que el fallo hidráulico mata a los árboles durante un incendio, además de quemarlos. Las altas temperaturas cortan el suministro de agua a la copa y provocan la muerte del árbol[cita requerida]. Afortunadamente, una corteza gruesa puede proteger a las plantas porque mantiene los tallos alejados de las altas temperaturas[1]. Bajo la protección de la corteza, el tejido vivo no tendrá contacto directo con el fuego y aumentará la tasa de supervivencia de las plantas. La resistencia al calor es una función de la difusividad térmica de la corteza (una propiedad de la especie) y del grosor de la corteza (que aumenta exponencialmente con el grosor de la corteza)[2] La corteza gruesa es común en especies adaptadas a regímenes de incendios superficiales o de baja severidad. Por otro lado, las plantas en regímenes de fuego de copa o de alta severidad suelen tener cortezas más finas porque no tiene sentido invertir en una corteza gruesa sin que confiera una ventaja en la supervivencia[1].
Enumera cinco adaptaciones que nuestra especie puede desarrollar para seguir sobreviviendo en la Tierra
Todos los seres vivos tienen adaptaciones para sobrevivir. Desde un diminuto colibrí que revolotea por tu vecindario hasta una ballena gigante que nada en el océano, los animales se han adaptado para vivir en muchos entornos diferentes. Ahora bien, ¿qué significa eso exactamente y qué es una adaptación? En este vídeo explicaremos qué es una adaptación y veremos cómo algunos animales utilizan sus adaptaciones para sobrevivir.
Te habrás fijado en su gran boca. La boca de las ballenas jorobadas tiene una adaptación especial que les ayuda a comer. Algunas ballenas, como las jorobadas, comen nadando por el agua con la boca abierta y el agua pasa a través de unas estructuras en forma de cepillo que tienen en la boca llamadas barbas. El agua puede pasar a través de las barbas, pero los animales diminutos, como el krill, quedan atrapados en ellas para que la ballena se los coma. Las ballenas que no tienen barbas tienen dientes en la boca y comen otras cosas, como peces.
Asi es, el espiráculo de la ballena. El espiráculo de la ballena es una adaptación que comparten todas las ballenas y delfines y que les ayuda a respirar. El espiráculo se encuentra en la parte superior de la cabeza del animal y está conectado a sus pulmones. Cuando las ballenas comen, el agua que les entra por la boca no puede llegar a los pulmones, por lo que hay menos riesgo de ahogamiento. Las ballenas también pueden controlar activamente cuándo necesitan respirar abriendo o taponando el espiráculo. Esto les ayuda a permanecer en el agua entre 5 y 15 minutos.