Cada cuanto se riegan las plantas
¿Con qué frecuencia se deben regar las plantas de exterior?
Notas: Nunca riegue su suculenta si la tierra está húmeda. Deje siempre que la tierra se seque por completo entre riego y riego. Dicho esto, cuando la riegue, no se contenga. Inunda la planta y luego deja que drene y se seque lo más rápido posible, como una tormenta en el desierto.
Observaciones: Al igual que las suculentas, las plantas serpiente deben secarse completamente entre riegos. Durante los riegos, inunde la planta y deje que drene y se seque rápidamente. Además, esta planta del desierto puede tolerar poca luz, pero prefiere el sol directo.
Observaciones: Riegue su Calathea cuando la tierra esté seca a 5 cm de profundidad. Nunca rocíe esta planta, ya que es propensa a las infecciones foliares. Sin embargo, puede soportar el suelo húmedo. De nuevo, si tarda en secarse, necesita más luz.
Observaciones: Los cítricos deben regarse cuando la tierra esté completamente seca a 5 cm de profundidad, o cuando empiecen a marchitarse o las hojas comiencen a rizarse. Si la tierra tarda más en secarse, es que tiene poca luz o la maceta no es la adecuada. A las raíces de los cítricos les gusta secarse lo más rápido posible. Para tener más posibilidades de mantener viva esta planta, utilice una maceta de terracota.
¿Con qué frecuencia se deben regar las plantas de interior?
Este artículo ha sido escrito por Lindsey Swett. Lindsey Swett es especialista en plantas y propietaria de Niche Plant Shop en Boston, Massachusetts. Tiene más de una década de experiencia trabajando en varios entornos de plantas, incluyendo campos de golf, parques públicos y centros comerciales de jardinería. Ahora se centra en ayudar a los propietarios de plantas a cuidar sus plantas de interior. Lindsey tiene un Máster en Arquitectura Paisajística por la Universidad de Michigan.
La jardinería es una afición divertida y gratificante. Sin embargo, a veces puede resultar difícil determinar exactamente cuánta agua necesita una planta concreta. Esto se debe a que las necesidades de una planta pueden variar en función de cómo se cultiva, el entorno, el tipo de suelo y mucho más. En última instancia, determinar cuánta agua necesita una planta es un proceso científico en el que tendrás que emplear mucho el método de ensayo y error. Si buscas signos de riego excesivo, evitas el riego bajo el agua e investigas sobre la planta en cuestión, estarás mejor preparado para determinar cuánta agua necesita una planta.
¿Con qué frecuencia se deben regar las plantas en macetas?
El sentido común dicta que las plantas necesitan agua para vivir. Sin embargo, saber exactamente cuánta agua y con qué frecuencia es una cuestión que desconcierta a muchos jardineros novatos. Las plantas necesitan agua para transportar los nutrientes de una parte de la planta a otra, y el exceso o la falta de agua pueden ser fatales para cualquier planta.
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el desafortunado resultado cuando nos olvidamos o estamos demasiado ocupados para regar los jardines o las plantas de interior a nuestro cuidado. Las plantas empiezan a marchitarse porque la tierra se seca. La deshidratación severa puede dañar las raíces y provocar la muerte de la planta. Curiosamente, las plantas que han sido regadas en exceso suelen mostrar los mismos síntomas. Cuando hay demasiada agua en el suelo, se expulsa el aire de la zona radicular y las raíces de la planta no reciben suficiente oxígeno. Como consecuencia, las raíces se pudren y la planta es incapaz de absorber agua, lo que provoca que su follaje se marchite.
¿Con qué frecuencia hay que regar las plantas? Desgraciadamente para los jardineros, no hay ninguna regla que dicte la cantidad y frecuencia de riego que hay que dar a las plantas. Cada planta tiene unas necesidades de humedad diferentes, que todos los jardineros deberían esforzarse por comprender. Por ejemplo, las plantas con sistemas radiculares finos o que crecen de forma natural en suelos húmedos (por ejemplo, plantas de pantano como la Venus atrapamoscas) prefieren que sus raíces se mantengan húmedas en todo momento. Estas plantas morirán si el suelo se seca. Por otro lado, también hay plantas que prefieren que la tierra se seque un poco entre cada riego. Es el caso de muchas especies tropicales de plantas de interior. Los cactus y las suculentas se adaptan mejor a las condiciones de suelo seco, y se pudrirán y morirán si reciben demasiada agua.
Frecuencia de riego de las flores en maceta
El agua es esencial para el crecimiento de las plantas, pero regarlas demasiado puede ser tan perjudicial para su salud como regarlas poco. Incluso si el riego excesivo no daña las plantas, es un despilfarro de un recurso precioso que puede evitarse.
Si ha mantenido una rutina de riego constante y una planta parece marchita, es posible que el problema no se deba a un riego insuficiente. El marchitamiento también puede ser un signo de riego excesivo. Comprobar la humedad del suelo es la mejor manera de decidir si debe regar.
La forma de regar las plantas es tan importante como la frecuencia. El agua debe llegar a las raíces, por lo que es fundamental regar en profundidad. Diríjase a la base de la planta y aplique el agua lentamente. Si riegas la superficie del suelo demasiado rápido, se perderá mucha agua por evaporación y escorrentía, sobre todo cuando el suelo está seco.
Evite que las hojas de la mayoría de las plantas de exterior se mojen, ya que pueden provocar problemas de hongos. Si es necesario utilizar un sistema aéreo, regar por la mañana da a las hojas la oportunidad de secarse antes de que bajen las temperaturas nocturnas.
La regla general para regar un huerto es de uno o dos centímetros por semana Incluya las cantidades de lluvia y reduzca el agua que debe proporcionar en consecuencia. En primavera y otoño, uno o dos centímetros pueden servir de referencia, pero no son suficientes durante el verano, cuando muchas hortalizas florecen y fructifican. Regar más a menudo favorece la absorción de nutrientes necesaria para producir una cosecha sana. Comprobar la humedad del suelo es un indicador mucho más fiable que guiarse únicamente por la regla de la pulgada. Introduce el dedo índice a unos dos centímetros de profundidad en la tierra. Si está seco, riega hasta que esté húmedo.