Competencia intraespecifica en plantas
Competencia interespecífica
ResumenLa invasión de plantas alóctonas se atribuye con frecuencia a una mayor disponibilidad de recursos. Sin embargo, nuestros conocimientos se basan principalmente en los efectos de recursos únicos y en plantas cultivadas sin competencia, a pesar de que las plantas dependen de múltiples recursos y suelen crecer en competencia. La forma en que los recursos múltiples afectan a la competencia entre plantas autóctonas y alóctonas permanece en gran medida inexplorada. Aquí, con dos experimentos similares en jardines comunes, uno en China y otro en Alemania, comprobamos si la disponibilidad de nutrientes y luz afectaba a los resultados competitivos, en términos de producción de biomasa, entre plantas autóctonas y alóctonas naturalizadas. Encontramos que bajo una baja disponibilidad de recursos o con la adición de un solo tipo de recurso las no autóctonas no eran más competitivas que las autóctonas. Sin embargo, con un aumento conjunto de nutrientes e intensidad lumínica, las alóctonas eran más competitivas que las autóctonas. Nuestro hallazgo indica que la adición de múltiples recursos podría reducir en gran medida la dimensionalidad del nicho (es decir, el número de factores limitantes), favoreciendo el dominio de las especies no autóctonas. También indica que los hábitats que experimentan múltiples cambios globales podrían ser más vulnerables a la invasión vegetal.
¿Cuáles son ejemplos de competencia intraespecífica en las plantas?
Un ejemplo de finalización intraespecífica son las plantas de la misma especie (por ejemplo, árboles que crecen muy cerca unos de otros) que compiten por la luz solar y los nutrientes del suelo. Estas plantas que compiten por recursos limitados como los nutrientes del suelo y el agua se ven afectadas, sobre todo en su crecimiento y estructura.
¿Existe competencia intraespecífica entre plantas?
Introducción. A altas densidades, las plantas pueden experimentar una fuerte competencia intraespecífica tanto por los recursos aéreos (p. ej., luz) como por los subterráneos (p. ej., nutrientes del suelo), lo que se traduce en una disminución del crecimiento, una reducción del contenido en nutrientes de las hojas y una disminución de las defensas frente a los herbívoros (Crawley 1989).
¿Cuáles son tres ejemplos de competencia intraespecífica?
En la competencia intraespecífica, los miembros de una misma especie pueden competir por la comida, el refugio, el agua y la pareja.
Competencia intraespecifica en plantas del momento
La competencia intraespecífica es una interacción en ecología de poblaciones, por la que miembros de la misma especie compiten por recursos limitados. Esto conduce a una reducción de la aptitud de ambos individuos, pero el más apto sobrevive y es capaz de reproducirse[1].
En cambio, la competencia interespecífica se produce cuando miembros de especies diferentes compiten por un recurso compartido. Los miembros de la misma especie tienen necesidades de recursos bastante similares, mientras que las especies diferentes tienen un solapamiento de recursos menos disputado, por lo que la competencia intraespecífica suele ser una fuerza más fuerte que la interespecífica[2].
Los individuos pueden competir por comida, agua, espacio, luz, pareja o cualquier otro recurso necesario para la supervivencia o la reproducción. El recurso debe ser limitado para que se produzca la competencia; si todos los miembros de la especie pueden obtener una cantidad suficiente de cada recurso, los individuos no compiten y la población crece exponencialmente[1] El crecimiento exponencial prolongado es raro en la naturaleza porque los recursos son finitos y, por tanto, no todos los individuos de una población pueden sobrevivir, lo que lleva a la competencia intraespecífica por los recursos escasos.
Más información
¿Qué es la competencia intraespecífica? La competencia intraespecífica es una interacción ecológica en la que miembros de la misma especie compiten por recursos limitados para sobrevivir y reproducirse. Entre estos recursos limitados se encuentran la comida, el agua, las parejas y el territorio. Cada entorno tiene una capacidad de carga o el número máximo de individuos que un territorio puede soportar durante un largo periodo. Cuando la población es demasiado numerosa para el número de recursos disponibles, la competencia se hace más intensa y, con el tiempo, disminuye el ritmo de crecimiento de la población. Si una población sigue superando los recursos y aumenta la competencia, la especie más débil morirá, a menudo antes de alcanzar la edad reproductora, estabilizando la población. Alternativamente, la competencia interespecífica es una dinámica ecológica similar entre miembros de distintas especies que compiten por los mismos recursos. Sin embargo, la competencia interespecífica ocurre con menos frecuencia y es menos extrema debido a las diferentes necesidades de supervivencia.
¿Qué es la competencia intraespecífica? Imaginemos dos robles que crecen uno junto al otro. Aunque no lo parezca, estos dos árboles compiten constantemente. Ambos necesitan luz solar, agua y nutrientes, y como crecen tan cerca el uno del otro, tienen que luchar por esos mismos recursos para sobrevivir. Esta competencia entre miembros de la misma especie se denomina competencia intraespecífica. Es diferente de la competencia interespecífica, que es la competencia por los recursos entre individuos de especies diferentes. En la competencia intraespecífica, los miembros de una misma especie pueden competir por la comida, el cobijo, el agua y la pareja. Esta competencia proporciona un tipo de control sobre el tamaño de la población. Si la población crece pero la cantidad de recursos sigue siendo la misma, los recursos se convierten en limitantes. Esto significa que la población ya no puede aumentar de tamaño.
Comentarios
En ecología, la competencia se define como un tipo de interacción negativa que se produce cuando escasean los recursos. La competencia intraespecífica se produce cuando individuos de la misma especie compiten por recursos limitados que repercuten en su supervivencia y capacidad de reproducción.
Un elemento clave de este fenómeno es que la competencia se produce dentro de las filas de una especie. La competencia intraespecífica no es sólo una curiosidad ecológica, sino un importante motor de la dinámica de las poblaciones.
La competencia interespecífica se da entre especies diferentes, mientras que la intraespecífica se da entre miembros de la misma especie. Esta última es más extrema porque los individuos suelen competir exactamente por los mismos recursos.
La competencia de lucha se produce cuando los individuos obtienen una fracción decreciente de los recursos disponibles a medida que aumenta el número de competidores. Cada individuo sufre una limitación de alimentos, agua o espacio, con consecuencias para la supervivencia y la reproducción.
Este tipo de competencia es indirecta. Por ejemplo, los ciervos se alimentan de ramoneo leñoso durante todo el invierno, lo que les pone en competencia indirecta por un recurso que no pueden defender de los demás y conservar para sí mismos.