Que pasa con las plantas en primavera
Qué les pasa a los árboles en verano
La naturaleza ha dotado al abedul gris de un ingenioso sistema reproductivo: sus frutos aparecen en forma de conos una vez que sus flores han florecido en primavera. Las escamas de los conos protegen las semillas durante todo el invierno. A la primera señal de la primavera, cuando llegan las lluvias de marzo, los conos se hinchan de agua y luego revientan cuando vuelve el frío.
La semilla del abedul gris es tan pequeña y ligera que casi nunca se adhiere al suelo por sí sola. Es arrastrada de aquí para allá, esperando en una hoja o una brizna de hierba hasta que llega un ciervo. La dura pezuña del ciervo presiona la semilla contra el suelo, donde la humedad hace que germine. La huella de la pezuña crea un claro en miniatura que los rayos del sol calentarán a lo largo del día.
¿Alguna vez has examinado realmente un brote? Hay que empezar por su aspecto general. Cada especie de árbol tiene su propia yema distintiva. Éstas son algunas de las preguntas que debe hacerse al examinar las yemas. ¿Dónde crecen en la rama? ¿Aparecen solas, en parejas o en racimos? ¿Son grandes o pequeñas? ¿Son redondeados o alargados? ¿De qué color son?
¿Qué tiempo hace en primavera?
Las plantas son seres vivos muy especiales: a diferencia de los animales, no pueden moverse, y eso las deja expuestas, quieran o no, a los cambios ambientales que se producen a lo largo del año. Como consecuencia, sólo tienen dos opciones: adaptarse... o morir. Es así de difícil, pero en la naturaleza sólo sobreviven los que consiguen adaptarse.
El planeta es redondo. Además, gira sobre sí mismo y... para complicar un poco más las cosas, su eje se inclina. Pero no, eso no es todo: al girar en su órbita, unas veces está más cerca del Sol y otras más lejos. Todo esto quiero que lo sepas por lo que te contaré a continuación: los rayos del astro rey no llegan de la misma manera a todas las partes de nuestra querida Tierra. Por eso en Ecuador el grado de insolación es mucho mayor que, por ejemplo, en Alemania.
En consecuencia, las plantas se han adaptado, y lo han hecho dependiendo de las condiciones ambientales de la zona en la que viven. Así, por ejemplo, en las zonas donde el clima es siempre templado y llueve con mucha frecuencia, crecen los bosques tropicales húmedos; pero si vamos mucho más al norte, donde las regiones son templadas y, aunque puede llover mucho, no lo hace con tanta frecuencia como en los trópicos, encontraremos los bosques.
Qué les ocurre a las plantas en otoño
Una semilla contiene prácticamente toda la información que necesita una planta para saber cómo crecer. La cáscara que contiene todas las partes de la semilla incluso contiene alimento para la planta. Pero la semilla está muy seca y necesita percibir pistas del exterior para saber cuándo germinar en el momento adecuado.
En invierno y otoño, la lluvia y la nieve proporcionan mucha agua a la semilla. Las semillas de arce, por ejemplo, necesitan pasar un par de meses en frío antes de estar listas para germinar. El cambio de temperatura es una señal que ayuda a las plantas a saber cuándo crecer.
A medida que la Tierra gira alrededor del Sol en su órbita, la duración de los días y las noches cambia de una estación a otra. Las plantas perciben cuando los días son más cortos en invierno. También pueden percibir cuándo los días son más largos en primavera y muchas empiezan a crecer.
Sin embargo, hay algunas excepciones. El cactus de Navidad, una planta procedente de las selvas tropicales de Brasil, florece cuando los días son cortos y las noches largas. La capacidad de florecer en invierno, cuando los días son más cortos, les ayuda a no florecer cuando hace demasiado calor. Puedes persuadir al cactus para que crezca poniéndolo en un armario oscuro.
Qué les pasa a las plantas en verano
Las plantas son más susceptibles al frío cuando empiezan a despertar en primavera. Los brotes, la corteza y las raíces que se endurecieron hasta el punto de resistir 20 grados bajo cero en enero se ablandan irreversiblemente a finales de marzo o principios de abril. Entonces pueden sufrir graves daños a 25 grados y morir directamente a 10 grados. Los descensos bruscos de temperatura son los que más les afectan, y eso es lo que suelen ser las heladas de abril: paquetes de aire gélido que caen desde cielos despejados después de un día templado y ligeramente ventoso que se calma al atardecer.
Las magnolias endurecen sus tejidos a finales de otoño e invernan sus flores bajo capullos peludos capaces de soportar 15 grados bajo cero. Sin embargo, una vez que la savia comienza a fluir en el árbol y los capullos se abren, las flores pueden resultar dañadas por las heladas. A los jardineros no les resulta práctico proteger los árboles de las heladas, pero este artículo contiene consejos para ayudar a otras plantas a superar esta época tan traicionera.
Las consecuencias de las heladas primaverales pueden tardar días o incluso semanas en desarrollarse y a menudo se agrupan con la "muerte invernal". Incluso puede que no las reconozcamos como daños por frío porque aparecen mucho después de que nos hayamos olvidado de las heladas. Entonces vemos la caída de las hojas, la explosión de los brotes, las flores abortadas, la corteza partida, el follaje chamuscado, las ramitas secas por congelación, el retraso del crecimiento, la susceptibilidad a las enfermedades y la falta de floración o florecimiento.